A mí la legión: La legión y el cannabis

legionEs un lugar común vincular la introducción del cannabis en la sociedad española con las costumbres legionarias en tierras africanas. Este habría sido uno de sus modos de acceso. El otro habría sido el vinculado a sofisticados literatos influidos por la poética francesa de finales del XIX. Me refiero a la poética de simbolistas y parnasianistas, tan interesada en el viaje cannábico, el descentramiento del yo, la ebriedad y el acceso a los sentidos ocultos de las cosas.

Por cierto, en nuestro país Valle-Inclán habría sido uno de estos sofisticados literatos que se aventuró en las veredas del cannabis de la mano de sus maestros simbolistas… Legionarios y poetas… La verdad, no deja de ser curiosa la vía de entrada del cannabis a tierras ibéricas. Curiosa, estética y, a su manera, egregia.

Si comparáramos los usos legionarios de la grifa con lo que interesaba a parnasionistas y simbolistas de sus preparados cannábicos acaso podamos considerar esos usos como más populares o menos sofisticados. Desde luego más populares si que eran pero, en absoluto, menos elaborados… Sobre este asunto recuerdo cierta conversación que tuve con el gran Gaspar Fraga en el viaje que compartí con él al congreso del centenario de Hofmann en Basilea.

Nos alojábamos en la misma casa y allí tuvimos, junto con otros amigos, largas charlas sobre temas diversos condimentadas, eso sí, con haschisch de excelente calidad. Especialmente recuerdo una tenida en la que Gaspar, como si de un narrador magnífico se tratara, nos estuvo describiendo detalladamente los usos y costumbres cannábicas de la legión española en tierras africanas. Su exposicion, que se haya recogida en un video, fue magistral en la forma y en el contenido.

gasparMientras Gaspar hablaba los asistentes escuchábamos fascinados. Aunque lo más fascinante es que el mismo, como narrador magnífico, ensayaba los usos legionarios del cannabis mientras nos explicaba esos mismos usos. Mi fascinación venía, además de por el verbo pausado y amable de Gaspar, por la complejidad del escenario de toma que nos exponía. Un escenario a la altura del más elaborado contexto antropológico de ingesta de drogas.

Este no es un asunto baladí ya que la problemática de los psicoactivos está ligada, sobre todo, a la existencia o inexistencia de un saber hacer y a entornos y contextos de uso que vertebren socialmente ese saber hacer. Como podemos observar esta cuestión de la legión y el cannabis nos conduce a áreas fundamentales del debate sobre la prohibición. En concreto a cómo la prohibición, por liquidar esos contextos, degrada la ingesta de sustancias psicoactivas incrementando sus riesgos.

Volvamos a la magnífica exposición de Gaspar. Recuerdo que todos estábamos sentados en el suelo ante una mesa baja de madera mientras degustábamos un delicioso cigarro cannábico. En esas nos pusimos a hablar de cómo los legionarios fueron introduciendo la grifa desde África. Precisamente por no encontrarse con prohibición o estigmatización alguna pudo emerger un modo de uso en el que nada puso restricciones a la libertad y a creatividad de los usuarios. Un saber hacer que al día de hoy, en estos tiempos prohibicionsitas, estará completamente perdido.

Al parecer los legionarios solían juntarse a fumar grifa en grupo para sentir con cuentos y narraciones. Uno de ellos, el más diestro con las manos, iba enhebrando los cigarros y otro –el rollista- iba contando cuentos e historias mientras los demás escuchaban. El rollista operaba como un gran narrador capaz de cautivar… Y es que desde la noche de los tiempos así ha sido. En la palabra se han encontrado los hombres, recibiéndola en grupo de sus vates y poetas, disfrutando y reconociéndose a través de la misma.

En realidad los legionarios hacían algo muy viejo: escuchar cuentos y relatos. No olvidamos eso que dijera Eduardo Galeano de que un pajarito le contara que estamos hechos de historias[1]. Efectivamente, y qué mejor modo de escuchar y acoger historias que con el alma abierta por un buen cannabis…

Como se hace evidente este diseño no respondía a un esquema previo sino que cristalizaba a partir del propio uso, como pauta flexible, que se adaptaba a situaciones diversas. Mientras Gaspar nos contaba como fumaban grifa los legionarios, el mismo, se iba transformando en ese narrador magnífico. En fin, genio y figura…

Sirvan estas líneas de pequeño homenaje a Gaspar, al que conocí en ese viaje y del que guardo un grato recuerdo. Y también sirvan de reconocimiento a esos legionarios que supieron pensar y ordenar sus tomas desde intuiciones tan poderosas. Aviso a navegantes: El rastro que nos dejaron no es menor.

[1] ”Los científicos dicen que estamos hechos de átomos, pero a mí un pajarito me contó que estamos hechos de historias”

Imágenes: Escudo La Legión Wikipedia, foto Gaspar Fraga infocannabis

Texto: Jose Carlos Aguirre. Todos los derechos reservados

josecarlosaguirreJosé Carlos Aguirre (1965 Madrid, España) Ha escrito y editado diversos artículos y libros sobre experiencia visionaria y ha dirigido la Colección Soma en la Editorial Amargord. Como filósofo, entre sus ámbitos de atención preferente, figura el de la creatividad y riqueza propia de los procesos perceptivos y su relación con discernimiento e imaginación. Edita y saca adelante el blog Phantastika Blog Sus horizontes de reflexión se centran en ese necesario rescate que desde percepción, carne y experiencia necesita tanto la mundanidad contemporánea como la razón moderna.

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